sábado, 18 de noviembre de 2017

EL VIRREY AMAT Y LA PERRICHOLI

Les voy a contar brevemente la “historia”, llámesele también, biografía del Virrey Amat y su amante “La Perricholi”, una relación escandalosa, tal vez la que más, del Siglo XVIII en Sudamérica.

MANUEL DE AMAT y DE JUNYENT.

El que fuera en el correr de los tiempos Virrey del Perú, Don Felipe, Manuel, Cayetano de Amat y de Junyent, Planella y Vergós, vino al mundo en el castillo de Vacarisses, una población cercana a la sierra montañosa de Montserrat, perteneciente a la provincia de Barcelona en la región de Catalunya; un día del mes de Marzo de 1707. Su padre fue Don Josep de Amat, de Planella y Despalau, primer Marqués de Castellbell, un borbón convencido que se había retirado a ese castillo después de la llegada a Barcelona del archiduque Carlos de Austria en 1705. Su madre Doña María Anna Junyent y Vergós, era hija del primer Marqués de Castellmeià. A los tres años, en 1710 fallece su madre y poco después de acabada la guerra de sucesión, en mayo de 1715, también falleció su padre.
Anochecer en el Castillo de Vacarisses (Barcelona)

Así pues huérfano de sus dos progenitores, pasó a estudiar en el Colegio Cordelles dirigido por jesuitas en la Rambla de Barcelona. No obstante desde muy joven se le adivinaron sus dotes castrenses y con sólo 11 años es nombrado subteniente del Regimiento de Infantería Barcelona y como tal se fue a luchar contra las partidas del Carrasclet en Martorell y Montserrat. Tres años más tarde y con las 2.000 libras que recibió de la herencia de su padre, sufragó su ingreso en la Orden de San Juan de Malta. Al cabo de tres años (1724) dejó la isla de Malta y regresó a Barcelona y se reintegró en su antiguo Regimiento. Del 1724 al 1727 fue destinado a las ciudades de Ceuta y Melilla. En 1728 regresó nuevamente a Barcelona y fue nombrado capitán.

Manuel Amat al cumplir 23 años, en 1730, cambió su arma de infantería por la de caballería, integrándose como oficial en el Escuadrón de Dragones de Sagunto, participando en la conquista de Nápoles, para el infante Carlos a quien conoció personalmente, distinguiéndose por su gran valor en la batalla de Bitonto, cerca de Bari (25 de Mayo de 1734). Bajo el mando del Conde de Montemar derrotó a las tropas austríacas de Visconti y Traun, en la guerra de sucesión en Polonia, también sobresalió en el asedio de Gaeta. Todas esas batallas acabaron finalmente por ser reconocido con el grado de Mariscal de Campo y al infante Carlos como Rey de Nápoles y Sicilia. En 1737 mientras estaba destinado en la guarnición de Ciudad Rodrigo, Manuel de Amat fue nombrado Coronel de Dragones. En Octubre de 1740 a la muerte del Emperador Carlos VI, estallaron nuevas guerras para acceder al trono austríaco, los ejércitos de España y Francia se juntaron para acometer a los italianos, bajo la comandancia del Infante Felipe y en la que tomó parte Manuel de Amat.
Manuel de Amat i Junyent. Virrey Amat
óleo sobre tela. Anónimo. 2ª mitad siglo XIX.
Museo de Historia Nacional de Chile

Al finalizar este conflicto internacional, en 1747, fue nombrado coronel del Regimiento de Dragones de Batàvia con sede en Mallorca, en un momento en que la isla se encontraba bloqueada por la escuadra inglesa, Manuel de Amat procuró que no faltaran alimentos en la isla, aprovisionándola desde Barcelona. En el 1753 es trasladado a Madrid donde al poco tiempo es nombrado Gobernador de Chile y Presidente de la Real Audiencia de Chile, por lo que se trasladó de inmediato a ese lejano país, llegando en Abril de 1755.


GOBERNADOR DE CHILE.

Con esos casi 35 años de vida y experiencia castrense Manuel de Amat había forjado sus dotes de disciplina, organización, administración, trabajo y estrategia militar, si bien su carácter adolecía de ser demasiado enérgico por una parte, pero a la vez poco flexible y con un trato un tanto arisco.

Retrato del Virrey Amat.
Empleado en un sello
por Correos de España
Al llegar a Chile recorrió todo el país, destacando su excelente ejercicio de gobierno y trabajo militar. Mandó construir varias fortificaciones en la costa y en la frontera con los indígenas, para la protección de los chilenos y evitar incursiones extranjeras o revueltas mapuches, como el de Santa Bárbara. Fundó las poblaciones de Hualqui,  Nacimiento y Talcamávida. Convocó a los indígenas a los Parlamentos de Salto del Laja (1758) y Santiago (1760), para garantizar la seguridad de las comunicaciones y libre tránsito entre la Isla de Chiloé y Concepción.

En Santiago proyectó la prolongación de los tajamares del río Mapocho, un mercado en la Plaza de Armas, reestructuró la Real Universidad de San Felipe (1757). Organizó en Octubre de 1758 el primer cuerpo de policía chileno a quienes llamó “Dragones de la Reina” (en 1812 pasó a llamarse Dragones de Chile). También llevó a cabo el primer diccionario descriptivo de Chile, la Historia geográfica e hidrográfica del reino de Chile terminado en 1760. Todo ello en los seis años y medio como Gobernador. Fue recompensado por su labor exitosa con el ascenso en 1759 a Teniente General del Ejército. Siendo también nombrado en 1761 como nuevo Virrey del Perú, el mayor cargo a que podía aspirar en la estructura del Gobierno Español que mantenía en América.


VIRREY DEL PERÚ.

Manuel de Amat llegó a Lima, oficialmente como Virrey de Perú y Presidente de la Real Audiencia de Lima, el día 15 de Octubre de 1761 y tomó posesión real de su cargo en Diciembre de 1761. Sucedía a D. José Antonio Manso de Velasco, Conde de Superunda que había gobernado desde 1745.
31º Virrey del Perú

Como fuere que España estaba involucrada desde hacía 5 años en la llamada Guerra de los siete años, contra Inglaterra, el Virrey Amat aseguró los litorales peruano y chileno con medidas de defensa, como la construcción de fortificaciones, castillos, cuarteles militares, refuerzo de murallas y otras construcciones. Reorganizó la desordenada estructura militar, muy insegura y frágil. De los 6.600 soldados que habían a su llegada, pasaron a la cifra de 100.000 en 1770. También creó nuevos cuerpos del ejército, como la Compañía de Dragones. Reforzó el armamento que a todas luces resultaba insuficiente. Hizo construir una nueva fortificación del Fuerte Real Felipe del puerto del Callao, que se hallaba semidestruido como consecuencia del terremoto del 1746.

En el orden estrictamente militar, sus soldados rechazaron dos intentos de penetración del ejército portugués a través de las fronteras del Mato Grosso y el Alto Paraguay, en los años 1762 al 1766.
Escudo de Armas del
Virrey Amat (1762)

En su virreinato, mandó efectuar la relación o tipología de la población, es decir, la enumeración y descripción de los diferentes grupos étnicos de América del Sur. En el ámbito eclesiástico organizó y dio apoyo a las divisiones y jurisdicciones eclesiásticas en el Virreinato (lo que ahora son Bolivia, Perú y Chile), estableciéndose las arquidiócesis, diócesis, provincias, repartos, parroquias, etc., así como también estableció sus asignaciones e ingresos para su subsistencia.

El Virrey tuvo noticia de la expedición de James Cook a las Islas de la Sociedad y por temor a una posible colonización por parte de Inglaterra, organizó tres expediciones a las Islas de la Sociedad, la primera en 1772/73, la segunda en 1774 y la última en 1775, en total descubrieron una docena de islas entre lo archipiélagos Tuamotu y las Australes, también estableció una misión en Tahití, que no tuvo éxito alguno, por cierto la Isla de Tahití fue bautizada con el nombre de Amat, en atención a la contribución del Virrey. 
Señor de los Milagros,
Santuario de las Nazarenas
Lima. Perú.

Apoyó la construcción de la Iglesia de Las Nazarenas, como veremos más adelante, inaugurándola personalmente en Enero de 1771. Mientras duró su mandato las remesas enviadas a Madrid, se incrementaron de forma espectacular. Fue objeto de numerosas condecoraciones, entre ellas la de la Orden de San Jenaro, concedida en 1773 por el Rey Carlos III. Una de sus últimas acciones fue promover la creación del Virreinato del Río de la Plata, para garantizar mejor las posesiones españolas en la costa atlántica de América del Sur.

Sin embargo, lo que ensombreció o alegró su mandato, según se mire, fue la relación escandalosa que tuvo durante más de una década con una famosa cantante y actriz peruana cuarenta años más joven que el Virrey y que a través de esta relación determinó que fuera una de las mujeres más célebres e influyentes del Siglo XVIII y que fue el antecedente de las grandes divas del espectáculo. Se trata de la mujer que en el futuro se la conocería  como “La Perricholi”.


LA PERRICHOLI.

Esa actriz que llevó de cabeza al Virrey Amat por casi 15 años, nació en Lima el día 28 de Septiembre de 1748, aunque algunos fijan su nacimiento en Tomayquichua (Huanuco) cerca de Lima, lo cierto es que la bautizaron en la Catedral de Lima el día primero de Diciembre de 1748, con el nombre de María Micaela de Villegas y Hurtado de Mendoza, fue la primera hija (de un total de seis hijos) del matrimonio formado por  Joseph de Villegas Arancibia, natural de Arequipa y de la limeña, María Teresa Hurtado de Mendoza y de la Cueva, formaban una familia sencilla y de condición modesta, vivían en el barrio de Rímac, en la capital del Virreinato.
Maria Micaela de Villegas y Hurtado de Mendoza.
"La Perricholi" 

De su niñez, poca cosa ha trascendido, no obstante aprendió a leer y escribir, hecho poco corriente para una niña en aquella época. Con una imaginación y una memoria sobresaliente, se dice que recitaba de memoria y con mucha gracia y desparpajo textos de Calderón de la Barca y Lope de Vega, también se le intuían dotes para el canto y la danza. En definitiva tenía “madera” de actriz, de lo que no dudó en fijarse y acabó por ser su profesor el actor y empresario teatral Sr. Maza, el cual propició su debut en 1763, en el Corral de Comedias, de su propiedad.

A partir de su debut, su encanto, talento, pasión y desenvoltura, iban creciendo día a día, acrecentando su fama y abarrotando de público el teatro, todos los días. Todo ello llegó a oídos del Virrey Amat que decidió acudir a ver esa belleza de artista. En la primera vez que la vio en el escenario, quedó prendado de aquella niña-mujer que cantaba como los ángeles y danzaba como una ninfa, parecía una doncella salida del Olimpo. El Virrey Amat se enamoró de ella al instante, la conoció y el deseo fluyó inmediatamente en los dos. Así se empezó una relación que duraría casi quince años, el Virrey ya rondaba casi los sesenta años de edad, mientras que Micaela estaba justo en los veinte. Sin duda fue una relación escandalosa, la que más, en aquel siglo XVIII. Curiosamente no se ha hallado ningún retrato de ella, sólo uno que se le atribuye y que se halló incrustado en un relicario. Al poco tiempo en 1769 tuvieron un hijo que llamarían Manuel, Manuel de Amat y de Villegas. La familia del Virrey acaparaba no solamente la estructura palaciega, sino también la alta sociedad capitalina y a toda la sociedad limeña en general.
Firma de Micaela de Villegas

Al cabo de poco tiempo, se empezó de forma espontánea a llamar a Micaela Villegas por el apelativo de “Perricholi”. Existen varias versiones sobre el origen de dicho apelativo, si bien yo me decanto por el siguiente: Se dice que el Virrey llamaba a menudo a su amante como “petit-xol”, su significado o traducción del catalán de la época, corresponde a “pequeño tesoro”, algo así como en francés “mon petit chau” (mi amorcito). Por lo que el sonido de petit-xol, fue derivando a perri-chol y de ahí a “perricholi” como quedó finalmente en labios de los limeños. También se le atribuyó el apelativo de “miquita” con que cariñosamente la nombraba el Virrey Amat, sin embargo pienso que lo que realmente decía era “Mi-hijita” que con su acento catalán, se creía que le decía “miquita”. Lo cierto es que aquel romance contribuyó a provocar la envidia en toda la nobleza limeña y la admiración de toda la población, pues a los dos les gustaba exhibirse públicamente. 
Paseo de Aguas

Sin duda hay innumerables anécdotas, probablemente algunas ciertas, otras no. Pero no voy a incidir en ellas, sino en los numerosos proyectos urbanísticos que salieron del Virrey, mas sin duda propiciados por “La Perricholi”, unas veces por simple capricho y otras por su acertada visión. Así tenemos que el “Paseo de Aguas”,  lo hizo construir el Virrey para impresionar a “La Perricholi”. Se cuenta que cuando el Virrey le quiso declarar su amor, ella le respondió que lo aceptaría si le pusiera la Luna a sus pies. El Virrey cuando tuvo construido el Paseo de Aguas, invitó a Micaela una noche de luna llena al centro de una amplia fuente en donde se reflejaba el cielo y la luna, declarándosele y poniéndole la luna a sus pies. 

Otras construcciones fueron el Santuario y Monasterio de las Nazarenas, en la que se albergaba la imagen del Señor de los Milagros, del cual Micaela era una ferviente devota. Tal vez la construcción más espectacular y que contribuyó a la fama merecida del Virrey, fue la urbanización del Paseo de la Alameda, llamada de los Descalzos. La Plaza de Acho. También en su virreinato hizo construir el Palacete de La Quinta de Presa, que durante mucho tiempo lo llamaron el Palacio Perricholi, aunque no se ha hallado constancia de que ella lo habitara nunca, aunque ciertamente se construyó durante el tiempo del virreinato de Manuel de Amat. También destaca la casa de Micaela Villegas que hizo construir y donar a su amada “La Perricholi”. La Torre de la Iglesia de Santo Domingo y la vivienda señorial de Quinta Rincón de Prado, entre las calles de Manuel Prado y Humailíes en los Barrios Altos de Lima.
Alameda de Los Descalzos.
Lima. Perú.


Cuando “La Perricholi” contaba con apenas 28 años y su hijo Manuel sólo siete, llega el cese de Don Manuel de Amat como Virrey del Perú y su correspondiente regreso a España. Micaela de Villegas queda sola en Lima, si bien tiene la vida resuelta, gracias al patrimonio y una generosa pensión que le deja Don Manuel de Amat. No obstante, no deja los escenarios hasta cumplir los cuarenta años, adquiriendo el Real Coliseo de la Comedia y asociándose con el empresario Vicente Fermín de Echarri y Sorozábal, con quien luego se casaría en 1795, cumplidos los 47 años de edad. En todo aquel tiempo tuvo que afrontar las manifestaciones de los enemigos de Don Manuel de Amat, quienes tomaron burla a través de canciones y folletines.  
Casa de La Perricholi en Rímac (Lima-Perú)

Placa homenaje a Micaela de Villegas
                 











Una vez casada, llevó una vida tranquila, dedicada a su familia y a la administración del teatro, principalmente después de quedar viuda en 1808. Los últimos años de su vida, los pasó dedicándose a la oración y efectuando grandes obras de caridad, vistió el habito de las Hermanas Carmelitas, todo ello hizo olvidar por completo los escándalos de juventud, ganándose el afecto de todos los limeños. El 16 de Mayo de 1819 se apagó su vida en su casa de la Alameda Vieja, su sepelio fue sencillo, tal como ella misma había pedido a sus herederos, su hijo Manuel y su nieta Tomasa Amat y García-Mancebo. Fue enterrada en la Iglesia de la Recoleta de San Francisco. Su muerte tuvo una gran repercusión mediática a través de la gente y los diarios.


EL VIRREY AMAT EN BARCELONA.

Llegado Don Manuel de Amat a España en 1776, se estableció en Madrid, en una gran casa en la calle de San Mateo, que se había hecho construir y decorar a su gusto en 1773, cuando todavía permanecía en Lima. Al cabo de poco tiempo, no obstante se trasladó a Barcelona, donde llegó el 22 de Octubre de 1777, siendo recibido al pie del Montseny por su familia, encabezados por el Marqués de Castellbell y el Barón de Maldá, hasta que llegaron a su palacio de la Rambla (levantado entre 1772 y 1777, hoy conocido como el Palau de la Virreina), también frecuentó la finca Can Sitjar en Santa Eulàlia de Vilapicina, propiedad de su familia (hoy en día ese lugar lo ocupa una plaza que lleva el nombre de Virrei Amat). Fuera de las murallas de Barcelona en lo que fue la Villa de Gràcia, en 1770 hizo comprar una finca para construir entre 1771 y 1773 una torre de veraneo (justo donde actualmente ocupa una plaza llamada de la Virreina).
Virrey Amat, óleo sobre lienzo (201x136,5)
Pedro José Díaz.1773. Adquirido en 1985
por el Museo Nacional Arte de Catalunya.
Barcelona.

El ex-virrey Amat ya con 72 años a sus espaldas, es sorprendido por un hecho singular, un sobrino suyo antes de casarse, rehusó hacerlo con su novia, a lo que Don Manuel de Amat, asumió el desagravio, el acto de reparación de la dignidad de la novia, casándose con ella. La celebración de la boda con María Francisca de Fivaller y de Bru (joven perteneciente a la alta sociedad de Barcelona) se fijó para el día 3 de Junio de 1779, sin embargo, dicho acto tuvo que hacerse por poderes, porqué el novio Don Manuel de Amat tuvo que estar en Madrid en aquel día, disponiéndose la fiesta nupcial para el día 15 de Junio en su finca de Gràcia. 

Finalmente el Virrey Amat, murió el 14 de Febrero de 1782. Dejó como usufructuaria a su mujer, Doña María Francisca, que siguió residiendo en el suntuoso Palacio de la Rambla hasta su muerte ocurrida el 3 de Octubre de 1791 (por ese motivo es llamado Palau de la Virreina). Como heredero universal dejó a su sobrino Antonio de Amat y Rocabertí, quién heredó también el título, mientras que el hijo de éste, Manuel de Amat y León (que tuvo con la Condesa de Castilla, Josefa de León) heredó gran cantidad de dinero, joyas y tierras.
Escudo de D. Manuel de Amat en el
Palau de la Virreina (Barcelona)


Al saberse la muerte del Virrey Amat, su hijo limeño Manuel de Amat y Villegas, viajó de Lima a Barcelona para reclamar parte de la herencia, mas debido a su condición de hijo ilegítimo, tuvo que regresar a Perú con las manos vacías. 
Firma de D. Manuel de Amat y de Junyent





En 1810 se casaría con Margarita García-Mancebo y Larrea con la que tuvieron cinco hijos:

Tomasa de Amat y García-Mancebo. Casada con José de Jáuregui y Caballero y en segundas nupcias con Manuel Martínez de Aparicio.

José Benigno de Amat y García-Mancebo. Casado con María de las Mercedes Besares y Ramírez.
Bautizo de José Benigno Amat y García-Mancebo.
26 Marzo 1811. Madrina: Micaela Villegas

Manuela de Amat y García-Mancebo.
Melchora de Amat y García-Mancebo.
Andrea de Amat y García-Mancebo. Casada con Ignacio Francisco Grados Donayre.

LA PERRICHOLI, FUENTE DE INSPIRACIÓN.

Desde el mismo momento en que Micaela de Villegas inició su romance con el Virrey Amat, surgieron una gran cantidad de obras poéticas, musicales, dramáticas e incluso cinematográficas. He aquí una relación por orden cronológico:

1830: La carroza del Santo Sacramento, de Prosper Merimée, comedia sobre el poder  político y religioso en la Lima del siglo XVIII.
1868: La Périchole, opereta en tres actos de Jacques Offenbach.
1927: The bridge of San Luis Rey (El puente de San Luis Rey), novela de Thornton Wilder, ganadora del Premio Pulitzer de Narrativa en 1928 y llevada al cine en tres oportunidades.
1929: The bridge of San Luis Rey, película de Charles Brabin (primera versión basada en la novela del mismo nombre), protagonizada por la estrella francesa Lili Damita.
1933: La Perricholi, cuplé de R. Arroyo y J. Enrique del Buey. Cantado por Raquel Meller.
1936: La Perricholi, novela biográfica de Luis Alberto Sánchez.
1940?: La Perricholi, vals, letra de Luciano Huambachano, música de Enrique Sánchez Osorio. Interpretado por el conjunto Fiesta Criolla.
1944: The bridge of San Luis Rey, película de Rowland V. Lee (segunda versión basada en la novela del mismo nombre), protagonizada por Lynn Bari.
1953: Le Carrosse d'Or, película de Jean Renoir, protagonizada por Anna Magnani.
1988: El virrey y la actriz, obra teatral de Víctor Huerta Flores, protagonizada por Luis Álvarez y Patricia de la Fuente.
1992: La Perricholi, ballet, de Jimmy Gamonet de los Heros.
1992: La Perricholi, miniserie peruana de Eduardo Adrianzén y Michel Gómez, protagonizada por Mónica Sánchez.
2004: El puente de San Luis Rey, película de Mary McGuckian (tercera versión basada en la novela del mismo nombre), protagonizada por Gabriel Byrne, Robert De Niro, Kathy Bates, Pilar López de Ayala y Geraldine Chaplin.
2005: La Perricholi, comedia musical argentina con libreto de Lucrecia Castagnino y música de Carlos Castro (1943-2010); dirigida por Mario Zeppa, interpretada por Juanjo Cura (tenor), Sol Benasar (soprano), Rodolfo Giglione (barítono) y Raúl de Malmayne (tenor).
2008: La rosa del virreinato, novela de Jeamel Flores (mención de Honor en el Premio Único de Novela del Banco Central de Reservas del Perú).
2009: La Miquita de Palma, de Saulo Balvín, ensayo sobre la tradición de Ricardo Palma.
2011: La Perricholi, telenovela peruana de Michel Gómez, protagonizada por Melania Urbina Keller.

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