domingo, 5 de agosto de 2012

LA MÚSICA NOS HACE MÁS INTELIGENTES ??


Durante los años 2008-2009, tuve la oportunidad de dirigir y presentar un programa sobre música clásica de una hora de duración en RTV de Barcelona, al despedirme, en cada programa lo hacía con esta frase "Háganse el favor de escuchar música, serán más felices".

Ustedes también piensan que estaba en lo cierto?. Sin duda alguna, generalizando la música se ha venido utilizando a lo largo de siglos como una terapia, fundamentalmente porqué actúa sobre el cerebro y a su vez, éste hace reaccionar beneficiosamente a nuestro cuerpo.


Actualmente, gracias a los avanzados estudios realizados sobre el cerebro, sabemos que escuchar música o mejor, tocar algún instrumento musical, hace participar a todo el cerebro. Podríamos asegurar que no hay ninguna tarea o actividad, que influya en todas las partes del cerebro, como interpretar música, dicho de otra manera, no hay ninguna parte del cerebro que no participe, por este motivo es una practica que se recomienda a las personas de la tercera edad para compensar la pérdida cognitiva propia del envejecimiento, también es importantísimo que los niños practiquen la música desde muy temprana edad. De la implicación de la música en el cerebro voy a dedicar las próximas líneas.


El Cerebro Musical

Al desarrollar una actividad musical, se producen unas vibraciones que viajan en el aire en forma de ondas, éstas entran en nuestro oído haciendo vibrar el tímpano, que a su vez se transforman en impulsos nerviosos que viajan al cerebro y se perciben como diversos elementos, tales como el tono y la melodía que cuando se juntan forman un patrón al que llamamos música.

"No existe casi ninguna parte del cerebro que no se vea afectada por la música". Lo dice Stefan Koelsch, profesor de sicología de la Free University of Berlin.

El cerebro es plástico y susceptible de moldeo: el estudio y la práctica musical desde la infancia, puede organizarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más agilidad e integración, no sólo para la función musical, sino también en otras facetas como potenciar la memoria o las matemáticas.

El córtex motor, es el área de control del movimiento (tocar música, bailar, etc.).
El córtex sensorial, es el responsable de la retroalimentación táctil al tocar un instrumento musical.
El córtex prefrontal, actúa creando expectativas de tonos y ritmos de una melodía.
El núcleo Accumbens y amígdala, controlan las reacciones emocionales a la música.
El cerebelo controla las vías sensitivas y motoras, al tocar música o bailar e influye en las reacciones emocionales de la música.

Como vemos la música es parte fundamental para desarrollar todo el potencial del cerebro, al desarrollar el cuerpo calloso que conecta los dos hemisferios, las fibras nerviosas aceleran la comunicación, viajando más señales al mismo tiempo.

En definitiva, está probado que la música ayuda a la memoria, la concentración y al desarrollo de las habilidades lingüísticas y también a las matemáticas.  

Audición o practica musical en la infancia
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Mayor aptitud para el lenguaje y el racionamiento

"Hay que fomentar el gusto por la música (clásica) desde la niñez. Vale la pena intentar que los niños escuchen música clásica. Cuando son pequeños es muy interesante que escuchen este tipo de música, más compleja formalmente, porqué a las otras ya tendrán fácil acceso" Jordi Vivancos, pianista, profesor de la ESMUC.

La música es buena para los niños con desorden en el lenguaje, con tan sólo escucharla, tiene efectos positivos en la capacidad cognitiva.

También la música es bienestar. Cuando oímos música o bailamos, activamos los circuitos cerebrales del placer, los cuales a su vez, liberan dopamina (hormona del bienestar).

Según la Dra. Agnes Chan, estudiar un instrumento, repercute favorablemente en la adquisición de una mayor memoria verbal, pues reorganiza y mejora el desarrollo del lóbulo temporal izquierdo. Mejora las zonas auditivas y motoras.

El Dr. Daniel J. Levitin de la Mc Hill University de Montreal (Canadá), descubrió que el cerebro de los músicos tiene diferencias morfológicas importantes. A través de la resonancia magnética identificó el siguiente circuito: primero la música activa la zona frontal del cerebro, proceso de información sensorial y decodificador del lenguaje, un proceso bastante complejo, al mismo tiempo se descarga dopamina y actúa el cerebelo, área que se asocia con el movimiento físico, lo cual determina que nos pongamos a mover las piernas, cabeza, brazos, manos, todo el cuerpo al son de la música.

El Dr. Levitin también ha establecido que escuchar y practicar música antes de los 10 años de edad, predispone al niño a desarrollar este arte en el futuro y organizar el cerebro para otro tipo de estudios.

También se ha establecido en las recientes investigaciones sobre neurofisiología y con las modernas técnicas de la Magneto Encefalograma (MEG), la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) o la Imagen de Resonancia Magnética Funcional (FMRI), que las zonas que registran y diferencian los estímulos acúsicos de un músico, son un 25% más grandes que los de las personas que jamás tocaron un instrumento.

El Dr. Schlaug ha llegado a determinar que el cerebelo (zona que contiene un 70% de las neuronas del cerebro)

Actualmente sabemos que la música estimula conexiones neuronales específicas situadas en el centro de razonamiento abstracto del cerebro, lo que hace a los individuos más inteligentes.

La llamada plasticidad neuronal, consiste en la constante reorganización neuronal, que se produce ante los estímulos que recibe el cerebro a lo largo de la infancia y que gracias a ellos, las neuronas crecen y desarrollan una gran cantidad de conexiones sinápticas (unión intercelular entre neuronas, entre una neurona transmisora y una célula receptora).

Según el Dr. Schlaug, la educación musical produce modificaciones en la conexión sináptica de conjuntos de células neuronales. La mitad anterior del cuerpo calloso que conecta el lóbulo central derecho y el izquierdo es más grande en los músicos que en los no músicos: el número de fibras que conecta ambos lóbulos frontales se incrementa como consecuencia de un entrenamiento temprano de la coordinación de ambas manos.

Siempre se ha planteado la pregunta de si un músico virtuoso, nace o se hace ?. Deberiamos responder siempre que, un genio nace y un buen músico se hace.

Por todo cuanto antecede, puede decirse que la música, es sumamente beneficiosa en todos los ámbitos, tanto para el que la oye, como para el que la interpreta, si bien en este último, como se ha dicho, desarrolla una mayor inteligencia.

Debemos reflexionar en que no hay ninguna sociedad sin música. Desde tiempos inmemoriales ha estado presente ya sea como tal o como movimiento de baile.

"Somos criaturas musicales de forma innata, desde lo más profundo de nuestra naturaleza". S. Koelsch

Lo decía Platón:  "La música es para el alma, lo que la gimnasia es para el cuerpo".

También hacía hincapié nuestra gran compositora Narcisa Freixas, en que se cantara a los niños y se les inculcara la música desde bien pequeños.

En la enseñanza tradicional se estimulaba el hemisferio izquierdo del cerebro (parte derecha del cuerpo). De ahí viene una parte importante del fracaso escolar, al no estimularse el hemisferio derecho (parte izquierda del cuerpo) que es el de la creatividad, pero debemos hacerlo en los dos hemisferios conjuntamente y no por separado.

Como conclusión puedo afirmar y creo que estarán de acuerdo conmigo, en que hay que potenciar el estudio y pedagogía de la música en la infancia, iniciándoles a tocar un instrumento, con eso no quiero decir que vayan a ser todos músicos, pero sí tendrán el cerebro organizado para acometer mayores estudios y con menor dificultad. Sin duda alguna, la música es una actividad importante para potenciar la inteligencia.