domingo, 8 de septiembre de 2019

TITO SCHIPA & FEDERICO LONGÁS

Escasamente se ha divulgado acerca de la relación profesional y de amistad, habida entre el famoso tenor italiano Tito Schipa y el gran pianista y compositor catalán Federico Longás Torres, sin embargo dada la importancia de este hecho que marcaría el futuro de ambos, especialmente del maestro Longás, me es grato hacerlo público en el marco de la amplia biografía que estoy elaborando de este último.

Brevemente les diré que “Tito” Schipa (Raffaele, Attilio, Amedeo SCHIPA VALLONE) nació el
Tito Schipa
27 de Diciembre de 1888 en la población italiana de Lecce. Desde muy niño demostró su habilidad para el canto. A los doce años ingresó en el seminario, donde perfeccionaría su talentosa voz e iniciaría sus estudios de composición musical. Ya adolescente se trasladó e Milán para terminar sus estudios. El 4 de Febrero de 1909 debutó en Politeama Facchinetti de Vercelli con la ópera La Traviata. En la temporada 1912-1913 debuta en los teatros Del Verme de Milán y Verdi de Trieste. Después de unos años de figurar en el elenco operístico de la compañía de Giuseppe Borboni, logró triunfar plenamente en 1914 con la ópera Tosca en la ciudad de Nápoles, ya con el nombre artístico de Tito Schipa. En 1915 debuta en el Teatro de la Scala de Milán con las óperas El Príncipe Igor y Manón. En 1916 emprende gira hacia la Argentina y luego actuar en España. En 1918 participa con la ópera Manón en Madrid, lo que vino a significar su primer gran triunfo fuera de Italia.

Federico Longás
Por otra parte Federico LONGÁS TORRES, nació en Barcelona, el 18 de Julio de 1894, desde su infancia destaca por su talento musical, sus padres lo inscriben en la Academia Granados, en 1908 da su primer concierto como pianista, de la mano del profesor Joaquín Malats, en 1911 gana el primer premio de piano de cola. A la muerte de Malats (1912), pasará a ser alumno y posteriormente discípulo predilecto de Enrique Granados, en 1916 a la muerte del gran maestro Granados, es nombrado profesor de la Academia Granados, al cabo de dos años es nombrado Sub-Director de dicha Academia. No cabe duda que a partir de 1918, es uno de los pianistas más sobresalientes con que cuenta la Ciudad Condal.

1917 Tito Schipa en España.

Tito Schipa es contratado por el Teatro Real de Madrid y por el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, para la temporada 1916-1917. Así tenemos que recién regresado del Teatro Colón de Buenos Aires donde tuvo un rotundo éxito con “La Sonánbula” y camino de Barcelona, en Octubre de 1916 celebra tres conciertos en el Teatro Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, en los que le acompañan el barítono Armando Greble y la contralto Berta Azzoli. Actuó en Barcelona hasta principios del 1917 en que se instala en Madrid, debutando el 14 de Enero en el Teatro Real con la ópera “Manón” a la que siguieron “El Barbero de Sevilla” en los días siguientes.

Tras una breve, pero triunfal gira por Lisboa, cantando en el Coliseu dos Recreios, en el que fue el ídolo del público que se disputaba las localidades y lo ovacionó en desmedida, regresó a Madrid, actuando con la ópera “Manón” en el Teatro Real durante la primera quincena de Marzo de 1917, con un público entregado y triunfando apoteósicamente en cada función. Se pide a la Empresa del Teatro Casino de Montecarlo, diferir un día su partida. Esta solicitud es denegada, no obstante surgen al mismo tiempo, dificultades en el despacho de su pasaporte, viéndose obligado Tito Schipa a retrasar definitivamente su viaje. Dado lo cual participa en la función de despedida que constituye un éxito delirante. En el transcurso de este último año en Madrid, no ha dejado de recibir los elogios no sólo de la crítica especializada, sino de todo el público y también de la Familia Real que lo ha distinguido otorgándole el título de Caballero de Alfonso XII.

Ya instalado en Montecarlo, el día 27 de Marzo de 1917, Tito Schipa junto a Gilda Dalla Rizza
Tito Schipa (De Grieux-Manón)
estrenan mundialmente la ópera “La Rondine” de Puccini, en el Théâtre de l’Opéra de Montecarlo. Al mes siguiente, regresa a Barcelona, donde actúa en el Gran Teatro del Liceo hasta principio de Mayo con las siguientes óperas, “Manón” con Genevieve Vix y “Traviata” con Mercedes Farry y Segura Tallien. Tito Schipa y Genoveva Vix estaban en vísperas de firmar un contrato con el Metropolitan de Nueva York y Auditorium de Chicago, por lo que Volpini, gerente del Liceo, se apresura a firmar contrato con Tito Schipa hasta final de temporada.

A partir del 18 de Mayo de 1917, comienza la Temporada de Ópera en el Teatro Colón de Buenos Aires, donde Tito Schipa cumple contrato con los empresarios Faustino Da Rosa y Walter Mocchi. A principios de Agosto regresa a España, debutando el día 13 en el Teatro Bellas Artes de San Sebastián con la compañía de opereta que dirige el mismo Tito Schipa y en la que figuran el bajo Massini y la soprano María Lláser, contando con un amplio repertorio. El jueves 15 de Noviembre Tito Schipa junto a Maria Barrientos, debutan en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. El sábado 1º de Diciembre se inaugura la temporada en el Teatro Real de Madrid con dos óperas, la primera “Sansón y Dalila” interpretada en francés a cargo de artistas franceses procedentes del Teatro de la Grande Ópera de París. La segunda ópera fue “El Barbero de Sevilla” presentándose Maria Barrientos que hacía mucho tiempo que no cantaba en el Real, a la cual acompañarán Tito Schipa (Conde Almaviva), Armand Crabbé (Fígaro), Ángel Masini Pieralli (Don Basilio) y Gaetano Arrohni (Don Bartolo).

El lunes 3 de Diciembre en el Teatro Real de Madrid se representa la ópera “La Sonámbula” con Tito Schipa y Maria Barrientos, acompañados por Crabbé y Masini Pieralli, dirigidos por el maestro Julio Falconi, con un teatro lleno y expectante, pues ha despertado un inusitado entusiasmo la presentación de esta ópera cuyos intérpretes habían cosechado mucho éxito en otros teatros. Realmente tuvieron un éxito delirante. En los días siguientes se representan “El Barbero de Sevilla” y “Rigoletto”. A partir del día 20, Ángeles Ottein reemplaza a Maria Barrientos. Mientras que a finales de año vuelve “Manón” al Real de la mano de Tito Schipa y Ninón Vallín Pardo, que son estruendosamente ovacionados junto con el Director maestro Saco del Valle.

1918 Grupo de artistas. Velada de la Asociación de la Prensa. Teatro Real de Madrid.

A finales de Enero de 1918 se vuelve a ver a Tito Schipa en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, programando su despedida para el viernes día 1º de Febrero en el que el tenor se vió acompañado por las eminentes artistas Srtas. Vallín Pardo, Ottein y Zinetti y los Sres. Segura, Allien, Stabile y Mansueto. En el programa figuraban el 4º acto de “Mignon”, 2º acto de “Manón” y 4º de “Rigoletto”, además Tito Schipa cantó la romanza “¡Ay, Ay, Ay!” que ya se ha hecho muy popular y “Adiós Granada”. Para el domingo día 3 se repitió el mismo programa establecido.


¿Cómo y cuándo se conocieron Tito Schipa y Federico Longás?

Entre el viernes y el domingo en que se realizaría la definitiva despedida de Tito Schipa, tuvo lugar un hecho importante que iba a ser determinante en la vida profesional y personal de Tito y Federico. Los señores Carbonell-Sánchez organizaron una velada musical en su suntuosa morada, para la tarde-noche del sábado día 2 de Febrero de 1918. Los señores Carbonell-Sánchez eran Doña Carolina Carbonell y Sánchez-Madueño (Hija de D. Mariano Carbonell, industrial propietario de Aceites Carbonell) y su esposo D. Rafael del Río y del Val, Pinzón y Escobar, ambos pertenecientes a la alta burguesía barcelonesa. Probablemente se organizó dicha velada en la “Villa Matilde” de su propiedad, sita en la localidad de Moncada a pocos kilómetros de Barcelona.

En dicha velada musical tomó parte el tenor Tito Schipa, alternando con la distinguida soprano Rosina Tasso, que cantó con singular afinación y excelente escuela, el aria del primer acto de “La Boheme” y una canción italiana y otra española, acompañándola el aclamado maestro Federico Longás, quién a su vez ejecutó al piano con excelente maestría diversas composiciones de Granados, Albéniz y Chopín. También el maestro Longás acompañó al piano al tenor Tito Schipa, quién con su buen gusto y soltura en él acostumbradas, cantó una inspirada canción napolitana, las celebres “Granadinas” del maestro Barrera y la ya famosa canción “¡Ay, Ay, Ay!”. Tanto la primera de estas piezas, que subrayó con singular donaire, como en las “Granadinas”, en las que demostró la ductilidad de su talento para adaptar las gracias más opuestas, hizo gala, como siempre, de su perfecta escuela de canto y hermosísima voz, siendo aplaudido con verdadero entusiasmo. Al propio tiempo, era de notar la perfecta conjunción entre el cantante y el pianista, a pesar de la juventud de este último, sólo contaba con 23 años, demostraba una profesionalidad y experiencia adquirida sin duda, gracias de su extenso y gran trabajo.

Tito Schipa, felicitó en todo momento a Federico Longás quedando gratamente impresionado por el trabajo efectuado y la profesionalidad mostrada por el pianista. A raíz de este primer encuentro, quedó sellada su gran amistad que duró muchísimos años, tal vez decir, todas sus vidas no es exagerar en absoluto. Tampoco creo equivocarme, si les digo que las tournées de los años 1923 y 1928 por EE.UU. realizadas por Tito Schipa acompañado por el maestro Federico Longás, tuvieron  su origen al conocerse mutuamente en esta velada que les estoy relatando.

Esta gran fiesta musical contó con una selectísima concurrencia, entre la que se encontraban los señores Marqueses de Villamizar, Martínez Vargas de Mariana, viuda de Sanz Selma, viuda de Trayero e hijos, Pagés Mir e hijos, Rocamora, Vidal-Sala e hijo Manuel, viuda de Durán de los Ríos, Sagnier Rebollo e hijos, Negrevernis Lozano, Anet de Oños e hijos, Ciurana Berenguer, Arolas Joval e hijos, y Boada Vidal; señoritas Sarrias, Casarramona, que hacían su “debut” en el gran mundo; Oliveros, Tormo, Vázquez, Rusiñol, Lozano, etc. y los señores, alcalde de Barcelona Excmo. Sr. Manuel Morales Pareja, vizconde de San Enrique, Campmany, Priones, Suárez Bravo, Rusiñol (Don Alberto), Lozano (Don José y don Luis), Casarramona y otros muchos cuyos nombres no se dieron a conocer.

Todos fueron obsequiados con una espléndida cena, muy bien servida por la casa Pince. Después de un improvisado y animado baile que se prolongó hasta primeras horas de la madrugada, tanto los Señores Carbonell-Sánchez como sus hijos los señores Del Rio Carbonell, hicieron sus honores de la casa con su proverbial amabilidad y distinción, contribuyendo en primer término a que las horas transcurrieran agradabilísimas y a que cuantos asistieron a tan hermosa fiesta, conserven de ella un recuerdo imborrable.

Como colofón a este escrito, no dejaré de mencionar que la segunda esposa de Federico Longás, la no menos conocida gran soprano Margarita Salvi, le fue presentada en Chicago por Tito Schipa, desatando a partir de ese momento, su enamoramiento y su posterior matrimonio.