Hoy les voy a escribir sobre un personaje un poco enigmático, pero de una valía excepcional como músico y compositor. Se trata de Josep de Campderrós, un catalán de Barcelona que emprendió un viaje a América en el 1774 para comerciar y del que no regresaría jamás. Además se convertiría en el mejor y más grande Maestro de Capilla que ha tenido la Catedral de Santiago de Chile.
Dicha Catedral posee uno de los mejores, valiosos y más extensos archivos musicales del barroco o de lo que se ha venido en llamar "Música Virreinal o Música Colonial. (Latin American Music, Colonial Music, American Baroque,Latin American Early Music, Renaissance, etc.. A continuación vamos a ver qué es lo que se sabe de este gran maestro.
Fragmento de partitura manuscrita de Josep de Campderrós |
Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago de Chile (1793-1812)
Se asevera qué Josep de Campderrós y Pascual, nació en Barcelona en el año 1742, era hijo de Martín Campderrós y de Magdalena Pascual. De su niñez y adolescencia no se sabe nada y tampoco aparece anotación por ninguna parte. Es a partir de su paso por la ciudad de Cádiz y posterior embarco en 1774 hacia América del Sur, en que aparece su nombre en algunos registros.
Catalunya después de la derrota de 1714, le cuesta de despegar en todos los ámbitos, pero a partir de mitad de siglo, renace cierta fuerza económica principalmente del comercio. Se empieza a salir al extranjero, principalmente al continente americano.
Unos años antes de publicarse las leyes del libre comercio (1778) se incrementó el flujo de mercancías en el puerto de Cádiz, que se había convertido en el punto de salida hacia América. La ciudad de Buenos Aires (Argentina) como receptora de todo el contingente de personas y mercaderías, durante el periodo de 1770 al 1801, triplicó sus habitantes pasando de 22.000 a 65.000. Es conocido el gran número de catalanes que se establecieron en la capital argentina y en Río de la Plata.
Josep de Campderrós que desde algún tiempo ya residía en la ciudad de Cádiz, decide desde el puerto de dicha ciudad, embarcar con destino a América. Este personaje singular, figuraba como cargador o pequeño comerciante y que en un documento, a modo de contraseña, se le describía como “blanco, cerrado de barba y de 32 años”. El 17 de Diciembre de 1774 embarcó en el “Señor San Joseph y las Animas” también llamado “el Aquiles” (barco de origen inglés de 900 toneladas de cabotaje) su objetivo era beneficiarse de la venta de sus mercaderías por su cuenta y riesgo, unos 1.136 palmos, evaluadas en 300.000 maravedís de plata, insignificante dentro de la carga general de la nave, sin embargo era la exigencia de “las ordenanzas para pasar a la América”. A la espera de un tiempo favorable para la navegación, finalmente zarpó el 5 de Enero de 1775 con destino a El Callao de Lima y sin escalas determinadas.
En el registro de la nave, figuraban sus efectos personales “un baúl con ropa de su uso, su cama, una frasquera y un envoltorio que mide seis palmos”. El comandante de la nave Sr. Joseph Miguel de Uresberoeta, se aseguró de que en su barco toda persona estaba acreditada. En el caso de Campderrós, figura un documento en el que “no consentir, permitir ni disimular cosa alguna en cuanto el pase de las Indias de las personas llamadas Polizones o Llovidos, que son los que se embarcan sin oficio, ni licencia” y que en ese caso daría aviso inmediato al comandante. Otro documento testimonial a favor de Josep de Campderrós es el que dieron fe de su “soltería pública y notoria” y que no tenía impedimento alguno en hacer “libre uso de su persona”. Se hallaba firmado por el licenciado Antonio Busquets, cirujano del Regimiento de Zamora, el pintor Francisco Clapera y el comerciante Juan Francisco Mascaró, los cuales además declararon que lo conocían de entre 15 y 20 años.
Un caso bien curioso de un aparente comerciante que se convertiría en un gran maestro de música, llegando a encumbrarse en el máximo grado musical de Chile y en “La figura más interesante del arte pentagrámico colonial” como lo definiría Eugenio Pereira Salas. Al llegar a Lima, ya se registra de inmediato su actividad musical, siendo director de coros y también se decía que era “lego español de la Buena Muerte” en razón de la Iglesia y convento de esa ciudad, pero todavía este hecho no se ha constatado fehacientemente. Josep de Campderrós en Lima fue muy bien considerado como músico, director de coro y maestro de capilla. Se le consideraba una persona modesta y muy cumplidora.
Después del correspondiente concurso optativo, en 1793 consigue la plaza de Director de Coro y Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago e ingresando una importante conjunto de partituras de compositores limeños. Se destacó por ser un compositor de oficio, diestro en el manejo de coros y orquesta. Siguió la tradición del villancico barroco español. Con la incorporación de Campderrós, la Catedral pretendía llevar a cabo una organización de la capilla de música en toda regla. Cabe tener en cuenta que en 1788 se aumentó el presupuesto destinado al pago “de las rentas de los instrumentarios y músicos de esta Santa Iglesia” de 962 pesos y 4 reales a 2.384 pesos, lo cual a su vez representaba un 32% del presupuesto catedralicio total, una partida de gran importancia destinada a la música.
Al incorporarse el maestro, la capilla de música se hallaba desprovista de repertorio suficiente, por lo que Josep de Campderrós en 1793 incorporó de inmediato cuatro de sus propias composiciones:
1.- Un himno “Veni Creator” para cuatro voces, dos violines, órgano y contínuo.
2.- Salmo “Laudate Dominum Omnes Gentes” con los mismos intérpretes que el himno.
3.- Salmo “Confitebor” a cuatro voces, dos violines, dos flautas, órgano y contínuo.
4.- Secuencia “Veni Sancte Spiritus” para coro, dos violines, dos oboes, órgano y contínuo.
Durante los cuatro años siguientes, desarrolla una gran capacidad creadora ya que de las quince obras fechadas que se conservan, trece habían sido compuestas en este período.
Villancico Sagrado (1795) de Josep de Campderrós
A los 55 años de edad, el 2 de Enero de 1797 contrajo matrimonio con la dama chilena María de las Nieves Machado y Penochena, los casó Fray Ignacio Machado de la Orden de los Predicadores (por su apellido pudiera ser pariente de la novia). Unos meses más tarde, el día 11 de Mayo de 1797 Josep de Campderrós firmó testamento ante el Escribano de Santiago D. José Brizeño, por el cual y “cuando la Divina voluntad de Nuestro Señor Jesucristo fuere servido llevarnos de esta presente vida a la Eterna, nuestro cadáver sea sepultado en Sagrado en la Iglesia, parte, o lugar que tuviese más comodidad nuestro Albacea” donaba a la Catedral de Santiago todo su archivo musical.
Por algunos musicólogos e investigadores se asevera que Josep de Campderrós murió en 1802, pero esa fecha no concuerda con el nombramiento del nuevo Maestro de Capilla José Antonio González y Ximenas que aconteció el 5 de Diciembre de 1812, justo al quedar el cargo vacante por la muerte de Campderrós, lo cual nos viene a decir que esta debió ocurrir en 1812. Si bien también se asegura que en 1803 (tal vez pudiera ser el 1813), la viuda entrega a la Catedral el archivo musical del maestro Josep de Campderrós, consistente en 84 composiciones manuscritas, de las que 18 obras eran villancicos, 16 misas (destaca al misa en sol mayor, ahora la más popular) y otras 50 obras religiosas diversas (himnos, salmos, secuencias, oficios de difuntos, etc.). Sus obras están bien redactadas y en algunas existen ciertos elementos pedagógicos. Predominan las tonalidades de re mayor, sol mayor y mi bemol mayor y la instrumentación más común consta de dos violines, dos oboes (a veces flautas o clarinetes), órgano y contínuo.
Misa a tres de Josep de Campderrós
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