Durante los años
2008-2009, tuve la oportunidad de dirigir y presentar un programa sobre música clásica de una
hora de duración
en RTV de Barcelona, al despedirme, en cada programa lo hacía con esta
frase "Háganse
el favor de escuchar música, serán más felices".
Ustedes también piensan
que estaba en lo cierto?. Sin duda alguna, generalizando la música se ha
venido utilizando a lo largo de siglos como una terapia, fundamentalmente porqué actúa sobre el
cerebro y a su vez, éste hace reaccionar beneficiosamente a nuestro cuerpo.
Actualmente, gracias a los avanzados
estudios realizados sobre el cerebro, sabemos que escuchar música o
mejor, tocar algún
instrumento musical, hace participar a todo el cerebro. Podríamos asegurar
que no hay ninguna tarea o actividad, que influya en todas las partes del
cerebro, como interpretar música, dicho de otra manera, no hay ninguna parte del
cerebro que no participe, por este motivo es una practica que se recomienda a
las personas de la tercera edad para compensar la pérdida
cognitiva propia del envejecimiento, también es importantísimo que los niños practiquen la música desde muy temprana edad. De la implicación de la música en el
cerebro voy a dedicar las próximas líneas.
El Cerebro Musical
Al desarrollar una actividad musical,
se producen unas vibraciones que viajan en el aire en forma de ondas, éstas entran
en nuestro oído
haciendo vibrar el tímpano, que a su vez se transforman en impulsos nerviosos
que viajan al cerebro y se perciben como diversos elementos, tales como el tono
y la melodía
que cuando se juntan forman un patrón al que llamamos música.
"No
existe casi ninguna parte del cerebro que no se vea afectada por la música". Lo dice
Stefan Koelsch, profesor de sicología de la Free University of Berlin.
El cerebro es plástico y susceptible
de moldeo: el estudio y la práctica musical desde la infancia, puede
organizarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más agilidad e
integración, no sólo para la función musical, sino también en otras facetas
como potenciar la memoria o las matemáticas.
El córtex motor, es el área de
control del movimiento (tocar música, bailar, etc.).
El córtex sensorial, es el
responsable de la retroalimentación táctil al tocar un instrumento musical.
El córtex prefrontal, actúa creando
expectativas de tonos y ritmos de una melodía.
El núcleo Accumbens y amígdala,
controlan las reacciones emocionales a la música.
El cerebelo controla las vías
sensitivas y motoras, al tocar música o bailar e influye en las reacciones emocionales de la
música.
Como vemos la música es
parte fundamental para desarrollar todo el potencial del cerebro, al
desarrollar el cuerpo calloso que conecta los dos hemisferios, las fibras
nerviosas aceleran la comunicación, viajando más señales al mismo tiempo.
En definitiva, está probado que
la música
ayuda a la memoria, la concentración y al desarrollo de las habilidades lingüísticas y
también
a las matemáticas.
Audición o practica
musical en la infancia
||
Mayor aptitud
para el lenguaje y el racionamiento
"Hay
que fomentar el gusto por la música (clásica) desde la niñez. Vale la pena intentar que los niños escuchen
música clásica. Cuando son pequeños es muy interesante que escuchen este tipo de música, más compleja
formalmente, porqué a las otras ya tendrán fácil acceso" Jordi Vivancos, pianista, profesor
de la ESMUC.
La música es buena para los niños con
desorden en el lenguaje, con tan sólo escucharla, tiene efectos positivos en la capacidad
cognitiva.
También la música es
bienestar. Cuando oímos música o bailamos, activamos los circuitos cerebrales del
placer, los cuales a su vez, liberan dopamina (hormona del bienestar).
Según la Dra. Agnes Chan, estudiar
un instrumento, repercute favorablemente en la adquisición de una
mayor memoria verbal, pues reorganiza y mejora el desarrollo del lóbulo
temporal izquierdo. Mejora las zonas auditivas y motoras.
El Dr. Daniel J. Levitin de la Mc
Hill University de Montreal (Canadá), descubrió que el cerebro de los músicos tiene diferencias morfológicas
importantes. A través de la resonancia magnética identificó el
siguiente circuito: primero la música activa la zona frontal del cerebro, proceso de
información
sensorial y decodificador del lenguaje, un proceso bastante complejo, al mismo
tiempo se descarga dopamina y actúa el cerebelo, área que se asocia con el movimiento físico, lo
cual determina que nos pongamos a mover las piernas, cabeza, brazos, manos,
todo el cuerpo al son de la música.
El
Dr. Levitin también ha establecido que escuchar y practicar música antes de los
10 años de edad, predispone al niño a desarrollar este arte en el futuro y
organizar el cerebro para otro tipo de estudios.
También
se ha establecido en las recientes investigaciones sobre neurofisiología
y con las modernas técnicas de la Magneto Encefalograma (MEG), la Tomografía
por Emisión de Positrones (PET) o la Imagen de Resonancia Magnética Funcional
(FMRI), que las zonas que registran y
diferencian los estímulos acúsicos de un músico, son un 25% más grandes que los
de las personas que jamás tocaron un instrumento.
El
Dr. Schlaug ha llegado a determinar que el cerebelo (zona que contiene un 70%
de las neuronas del cerebro)
Actualmente sabemos que la música estimula
conexiones neuronales específicas situadas en el centro de razonamiento
abstracto del cerebro, lo que hace a los individuos más inteligentes.
La
llamada plasticidad neuronal, consiste en la constante reorganización neuronal,
que se produce ante los estímulos que recibe el cerebro a lo largo de la
infancia y que gracias a ellos, las neuronas crecen y desarrollan una gran
cantidad de conexiones sinápticas (unión intercelular entre neuronas,
entre una neurona transmisora y una célula receptora).
Según el Dr. Schlaug, la educación musical
produce modificaciones en la conexión sináptica de conjuntos de células
neuronales. La mitad anterior del cuerpo calloso que conecta el lóbulo central
derecho y el izquierdo es más grande en los músicos que en los no músicos: el
número de fibras que conecta ambos lóbulos frontales se incrementa como
consecuencia de un entrenamiento temprano de la coordinación de ambas manos.
Siempre
se ha planteado la pregunta de si un músico virtuoso, nace o se hace ?.
Deberiamos responder siempre que, un genio nace y un buen músico se hace.
Por todo cuanto antecede, puede
decirse que la música,
es sumamente beneficiosa en todos los ámbitos, tanto para el que la oye, como para el que la
interpreta, si bien en este último, como se ha dicho, desarrolla una mayor inteligencia.
Debemos reflexionar en que no hay
ninguna sociedad sin música. Desde tiempos inmemoriales ha estado presente ya sea
como tal o como movimiento de baile.
"Somos
criaturas musicales de forma innata, desde lo más profundo de nuestra naturaleza". S. Koelsch
Lo decía Platón: "La música es para el alma, lo que la gimnasia es para el
cuerpo".
También hacía hincapié nuestra gran compositora Narcisa Freixas, en que se cantara a los niños y se les inculcara la música desde bien pequeños.
También hacía hincapié nuestra gran compositora Narcisa Freixas, en que se cantara a los niños y se les inculcara la música desde bien pequeños.
En la enseñanza tradicional
se estimulaba el hemisferio izquierdo del cerebro (parte derecha del cuerpo).
De ahí
viene una parte importante del fracaso escolar, al no estimularse el hemisferio
derecho (parte izquierda del cuerpo) que es el de la creatividad, pero debemos
hacerlo en los dos hemisferios conjuntamente y no por separado.
Como conclusión puedo
afirmar y creo que estarán de acuerdo conmigo, en que hay que potenciar el estudio y
pedagogía
de la música
en la infancia, iniciándoles a tocar un instrumento, con eso no quiero decir que
vayan a ser todos músicos, pero sí tendrán el cerebro organizado para acometer mayores estudios y
con menor dificultad. Sin duda alguna, la música es una actividad
importante para potenciar la inteligencia.